10 de julio, 2024 , Allariz, Ourense, España

No soy de aquí, pero mi abuela sí .

Mi abuela siempre decía: ¨Él es de buena madera¨, cuando le parecía que una persona era buena gente. Ella era una mujer muy noble, resiliente ante las adversidades, dura afectivamente, compasiva, generosa, solidaria y sin duda de buena madera. Se llamaba María Alicia, pero todos le decían Maruja. Nació en Lalín, Pontevedra. Y murió a los 104 años.  

Durante mis días de residencia en Ourense, al recorrer los alrededores hubo muchas cosas que me recordaron a mi abuela Maruja. Ella adoraba las hortensias y las rosas y el pueblo Allariz estaba lleno de estas flores. Qué difícil debe haber sido para ella tener que emigrar a Argentina y dejar todo este mundo rural y tranquilo en el que ella vivió. Sé que fue por necesidad. 

Gracias al paisaje y al silencio reinante comencé a recordar momentos muy bellos vividos con ella y esto me llevó a pensar en cómo fusionarme y tratar de habitar ése suelo Gallego al cual yo no pertenecía, pero mi abuela sí.  

“Es de buena madera” esta frase se repetía en mi cabeza, y yo a la madera y al aserrín los encontraba por doquier. Lo entendí como una conexión mágica entre lo que ella me había inculcado y lo que el lugar me estaba ofreciendo. Sin dudar fue el elemento que decidí utilizar.

A los árboles el humano los convierte en madera para darle infinidad de usos, y como si no alcanzara, nos dan también su aserrín. Este proceso me llevó a pensar en nuestra propia evolución, la transformación que vamos atravesando con el pasar del tiempo.

Uno de los días me desperté inquieta por la idea de generar algo que me permitiera expresar mis sentimientos más profundos uniéndolos con lo que Allariz me estaba ofreciendo tanto emocional como creativamente. Comencé a visualizar la posible performance de una manera visceral y desenfrenada. Deje aflorar las ideas para que apareciera la acción. 

En la acción performativa, estoy acostada en posición fetal, desnuda en el piso, recubierta completamente de aserrín, el material y yo generamos una montaña. En un primer momento sentí calma, me sentía protegida y con la temperatura exacta, después de unos segundos comencé a sentir la falta de aire como si mi cuerpo estuviera atrapado. Me desesperé unos pocos segundos hasta que salgo a la luz, al salir siento miedo y busco taparme nuevamente con el aserrín, lo intento varias veces, pero ya no puedo volver atrás.  

Al darme cuenta de que no puedo regresar el tiempo atrás, lo suelto, lo dejo ir y me voy. Dentro del universo de la decodificación transgeneracional se dice: que cuando tu abuela está embarazada de tu madre, el feto ya forma los ovocitos totales que va a tener a lo largo de toda su vida, y de estos ovocitos van a madurar los óvulos que tendrá tu madre durante su vida fértil. Por tanto, uno de esos ovocitos lleva tu nombre. Así que has estado dentro del vientre de tu abuela materna y llevas su información.  

Con todo lo que implica nacer, salgo de ese útero acogedor y noble con los genes de mi abuela que nunca dejó de ser una persona de buena madera.

I am not from here but my grandmother is.

My grandmother always said: “He/she  is of good wood”, when she thought that a person was a good human being. She was a very noble woman, resilient in the face of adversity, affectively tough, compassionate, generous, supportive and made of good wood. Her name was María Alicia, but everyone called her Maruja. She was born in Lalín, Pontevedra, Spain. She died at the age of 104.  

During my days of residence in Ourense, while touring the surroundings there were many things that reminded me of my grandmother Maruja. She loved hydrangeas and roses and the town Allariz was full of these flowers. How difficult it must have been for her to have to emigrate to Argentina and leave all this rural and peaceful world in which she lived. I know it was out of necessity. 

Thanks to the landscape and the prevailing silence I began to remember very beautiful moments lived with her and this led me to think about how to merge and try to inhabit that Galician soil to which I did not belong, but my grandmother did.  

“It is good wood” this phrase kept repeating in my head, and I found wood and sawdust everywhere. I understood it as a magical connection between what she had instilled in me and what the place was offering me. Without hesitation it was the element I decided to use.

Trees are turned into wood by humans to give them an infinite number of uses, and as if that were not enough, they also give us their sawdust. This process led me to think about our own evolution, the transformation we go through with the passing of time. 

One of the days I woke up restless with the idea of generating something that would allow me to express my deepest feelings, uniting them with what Allariz was offering me both emotionally and creatively. I began to visualize the possible performance in a visceral and unbridled way. I let the ideas come to the surface so that the action would appear. 

In the performative action, I am lying in a fetal position, naked on the floor, completely covered with sawdust, the material and I generate a mountain. At first I felt calm, I felt protected and with the exact temperature, after a few seconds I began to feel the lack of air as if my body was trapped. I despaired for a few seconds until I came out into the light, when I came out I felt afraid and tried to cover myself again with the sawdust, I tried several times, butI could no longer go back to where I had started.  

When I realize that I cannot turn back time, I let go, I let it go and I leave.  

Within the universe of transgenerational decoding it is said that when your grandmother is pregnant with your mother, the fetus already forms the total oocytes that she will have throughout her life, and from these oocytes will mature the eggs that your mother will have during her fertile life. Therefore, one of those oocytes carries your name. So you have been inside your maternal grandmother’s womb and you carry her information.  

With all that being born implies, I come out of that cozy and noble womb with the genes of my grandmother, who never stopped being a good person.